jueves, 22 de marzo de 2012

093 - Zelda II: The Adventure of Link (1987) - NES

Desarrollador: Nintendo EAD
Publicado por: Nintendo
Salió también para: Family Computer Disk System, Nintendo GameCube, Game Boy Advance, Virtual Console


 Este es otro de los juegos que llegó a mis manos en aquellos packs de cartuchos comprados a mis amigos. Es curioso que mi puerta de entrada a la archifamosa Saga Zelda fuera este título, ya que es el capítulo, por decirlo de alguna manera, "menos apreciado" de toda la serie, dejando de lado extraños experimentos para la CD-I.


Comienzo del juego.
A diferencia de su exitoso predecesor, se apostó por un juego de scroll horizontal en busca de una mayor complejidad en los combates, dejando la vista cenital para nuestros viajes por el mapa de Hyrule. Dichos desplazamientos nos deparaban enfrentamientos con múltiples enemigos, para los cuales se adoptaba de nuevo la perspectiva plataformera por excelencia, al igual que en nuestras visitas a pueblos, y a los palacios que sustituían a las mazmorras de la primera parte.

Si en el mapa tropezamos con algún enemigo, el juego pasa a la vista horizontal.
Aunque la idea no sea mala, no se llevó a cabo de la manera más acertada. Los controles no son demasiado precisos, y la dificultad de algunas fases y mazmorras puede acabar con la paciencia del jugador más habilidoso. Además, la total libertad desde el inicio del juego que proporcionaba la primera parte desaparece aquí, teniendo al principio el mapa del juego cortado el paso en ciertos puntos con rocas.

Vista de mapa, mostrando el primer pueblo. Si nos salimos del camino, nos acecharán los enemigos.
El juego luce bastante bien, mejor en las fases de plataformas, que son variadas y de bastante colorido. El mapa es bastante más básico, con píxeles como puños. Las melodías acompañan con acierto, con el tono épico característico de la saga.

Visitando un pueblo. Algunos habitantes nos ofrecerán su ayuda, ya sea mediante pistas, o recargando los puntos de vida o magia.
No es un mal juego, pero está un escalón, o dos, por debajo del nivel general de la saga. Hay juegos que combinan con más acierto las plataformas y la acción con pequeños toques roleros, como pueden ser los títulos de la saga Wonderboy. De ahí en adelante, la serie recuperó la vista cenital y los enfrentamientos en el mismo mapa, con resultados más que conocidos. Eso sí, en lo que no desentonó el título fue en el capítulo de ventas, millonarias como es costumbre.

Entrada a un templo.
Yo no conocí el juego hasta ¡9 años! después de su salida. En mi entorno la dominadora absoluta de la generación 16-bit fue la Mega Drive, casi nadie tenía la SNES, por lo que no pude probar el excelente A Link to the Past. En la Hobby Consolas siempre hablaban maravillas de aquel título y del Link's Awakening, por lo que mi cara de ¡¿WTF?! al insertar el cartucho en mi querida Mastergames tuvo que ser de órdago. ¡Pero si el Wonderboy 3 le daba mil patadas! Total, que aquel junio del 96, el poco rato que me dejaban libre los exámenes y los partidos de aquella abúrridisima Eurocopa de Inglaterra (más por culpa de lo segundo que de lo primero) lo aproveché con otros cartuchos. He intentado pasármelo, al menos emulado y con savestates, unas cuantas veces, pero he acabado desistiendo, aburrido unas pocas, y desesperado con mi propia torpeza la mayoría.

El Boss del primer templo.
Si hubo una cosa que me gustó del juego, fue el manual. Unos pocos cartuchos de aquel lote venían acompañados por su correspondiente libreto, milagrosamente salvados del clásico "genocidio" a los que las madres los sometían, normalmente hasta los huevos de verlos tirados por los suelos. "Total, si lo que vale es el cartucho". Estas inconscientes madres, con toda su buena intención, crearon una situación parecida a la ley seca estadounidense: la creación de auténticas mafias que se aprovecharon de la escasez. Allí, los puritanos crearon a Al Capone y sus bandas criminales. Aquí, las madres dieron lugar a la existencia de ciertos vendedores de eBay.

El cartucho dorado es bastante vistoso, típico de la elegancia que caracteriza a los 80.
 Como era habitual en aquella época, al menos en los títulos AAA, Nintendo se esmeró en
la redacción de un colorido manual de instrucciones, lleno de fantásticas ilustraciones que
ambientaban mucho más que el juego en sí. Y en un impecable castellano. Aún lo
conservo, bastante castigado y remendado con cinta adhesiva, pero con todas sus páginas.
Siempre estoy tentado de pillarlo completo, pero los precios que veo por ahí echarían
atras al mismísimo Onassis.

Relato de la historia previa al juego.
Mapa de Hyrule.

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