Desarrollador: Distinctive Software Inc. Publicado por: Broderbund, Mindscape Salió también para: FM Towns, Amiga, NEC PC-9801
Todos los que hayáis tenido PC en los años 90 seguramente
habréis conocido este juego. Como entraba en un sólo diskette, era uno de esos
juegos que pasaba de mano en mano, produciendo el contagio indiscriminado de
toda clase de virus.
Menú principal.
Desarrollado por Distinctive Software (creadora de otros juegos como Test
Drive, que después se convertiría en EA Canadá) e inspirado en el arcade Hard
Drivin', es el precursor de sagas actuales como TrackMania. El juego consiste
en recorrer, en el menor tiempo posible, circuitos con saltos, loopings,
desniveles... delirantes. Si chocamos contra algún obstáculo, debemos de empezar de nuevo. Además de luchar contra el reloj, es posible enfrentarse a un rival manejado
por la CPU, cada
uno con sus puntos fuertes y débiles, y de diferente nivel de dificultad.
Tendremos a nuestra disposición 11 coches (todos modelos punteros de la época),
en diferentes colores y posibilidad de escoger cambio automático o manual.
Selección de coche.
El apartado técnico es bastante meritorio, teniendo en cuenta las limitaciones
de los PCs de aquellos años. En una resolución de 320x200 y 256 colores,
enormes mazacotes poligonales desfilan por la pantalla, pudiendo escoger bajo o
alto detalle según "rascara" más o menos en nuestro ordenador. El
sonido, más allá de unos cuantos derrapes y el ruido de nuestro motor, no
ofrece mucho más. El juego cuenta con 4 perspectivas, tanto para conducir como
para las repeticiones.
Ejemplo de circuito.
Las físicas del juego son desconcertantes; en algunas curvas el subviraje está
muy bien implementado, y hay que frenar para no salirse de la carretera, pero
en otras ocasiones, el más mínimo roce con un objeto hace que el coche salga
volando por los aires hasta acabar explotando, para nuestro regocijo y deleite.
Contra un rival.
Descrito así no parece un gran juego, con sus gráficos cuadriculados, o sólo
poder correr contra un contrincante. No hay que engañarse, lo que hace verdaderamente grande al juego es su editor
de circuitos.
Editor de circuitos.
En él podremos crear nuestra propia tortura china para disfrute de amigos y familiares. Rectas y curvas de todo tipo, de asfalto, tierra o hielo (cada uno con su tracción), saltos, lagos, puentes, barcos, edificios, vías elevadas, túneles, sacacorchos, loopings, medianas... todo vale con tal de crear el desafío más desesperante posible.
Como ya he dicho, este juego solía rularse continuamente entre amigos, en mi caso creo que a mí me lo paso un primo. Sólo llegue a ver un original del juego una vez, no recuerdo de quién era, una caja de cartón enorme que contenía... un diskette. Teneís el juego disponible en un montón de páginas de abandonware, junto con el imprescindible DOSBox podéis estar jugando a él en un santiamén.
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