lunes, 9 de julio de 2012

063 - Street Fighter II': Special Champion Edition (1993) - Mega Drive

Desarrollador: Capcom
Publicado por: Capcom
Salió también para: Arcade, Super NES, Master System, Amiga, Atari ST, Commodore 64, ZX Spectrum, PC, Game Boy, PlayStation, Sega Saturn, PlayStation Portable, Apple iOS, PlayStation 2, Xbox, Java ME, Virtual Console


¡Ay, Street Fighter II! ¿Qué es lo que tienes de especial, que aunque pasen los años sigues siendo el rey de los juego de lucha? Los hay con mejores gráficos, con más personajes, más llaves, más equilibrados pero... nadie se te acerca. King of Fighters, Tekken, Soul Calibur, Virtua Fighter... nadie tiene tu carisma. Pasan los años, las modas, las consolas, las recreativas... nadie te supera, ni siquiera tus secuelas.

Selección de luchador.
Para los puristas del género, hay muchos títulos mejores: KOF con sus enormes planteles, Virtua Fighter con su excelente control, Tekken y su inmediata diversión. Pero para los que no somos expertos en el tema la lucha 1 vs. 1 tiene nombre propio: Street Fighter II. SF2 era la máquina alrededor de la cual siempre había un corrillo de chavales, deseosos de fundir sus monedas de cinco duros enfrentándose a los mejores jugadores del barrio. Era la máquina que todos queríamos tener en nuestras casas. Esos enormes sprites sacudiéndose de lo lindo, con sus llaves, magias, combos, escenarios por todo el mundo, las fases de bonus... era de lo más divertido que habíamos visto, y la diversión se multiplicaba jugando contra otra persona. No era el primer juego de su estilo, pero sí el que sentó las bases de lo que sería el genero en los años venideros. La influencia que tuvo en nuestra generación es innegable, y no hay jugador que se precie que no haya lanzado unos cuantos Hadokens.

La pelea por antonomasia.
Como muchos de vosotros, la primera vez que ví el juego fue en un bar del barrio. Ni yo ni mis amigos jugábamos, más porque la máquina estaba siempre ocupada por algunos de los personajes más deleznables del barrio que por falta de pasta (que también, para que nos vamos a engañar). Era un espectáculo verlos jugar, entre insultos y botellines de cerveza. El dueño del bar nos sacaba a patadas a todos los críos, porque no teníamos dinero y creo que también para evitar que nos dañaran con los cascos rotos. Pasamos unas cuantas tardes entretenidos, hasta que cierta tarde uno de aquellos personajes se cabreó por haber perdido una pelea, y le dio tal hostia a la recreativa que se apagó de golpe. Su rival, al ver que se quedaba sin partida, se enfadó todavía más, y emulando a Honda, le pegó otra hostia mayor. Los del bar ya pasaban de movidas y decidieron quitar la máquina. Y nos olvidamos del Street Fighter II por un tiempo.

Al pelear contra Zangief este era normalmente el resultado.
Pasaron unos cuantos meses, y la víspera de la nochebuena en la que me regalaron el Sonic 2, un amigo con Mega Drive nos invitó a echar unas partidillas en su casa. Al contrario que yo, que me aguantaba las ganas de probar mi nuevo cartucho, ni corto ni perezoso se sacó de la manga el reluciente SF2: Special Champion Edition que le iban a regalar al día siguiente. Creo que para entonces ya habían sacado el Super Street Fighter 2: The New Challengers para consolas, pero nos volvimos literalmente locos igualmente cuando lo vimos y nos tiramos toda la tarde jugando como poseídos.

En el afamado "Mesón de la Taberna".
Le dimos mucha caña a aquel cartucho durante años, hasta el punto en que ya bastante talluditos, cuando nos íbamos a la casa que ese mismo amigo tenía en un pueblo de la costa a celebrar que habíamos terminado el curso entre cerveza y porros, yo me encargaba siempre de llevar la Mega Drive y mi colega el cartucho, y así se nos iban los días (y más de una noche), matándonos a puñetazos.

Es terrible darse bofetadas con tu propia sombra.
Hoy en día, si nos juntamos para echar unas partidas (muy pocas veces, lamentablemente), siempre alguien pide poner el SF2. Para la gente no muy aficionada a los videojuegos, es EL JUEGO DE LUCHA. No hay otro.

Esta fase de bonus ha insipirado a cientos de jóvenes borrachos.
Siempre ha habido bastante controversia sobre si el port de Mega Drive es bueno. Yo creo que sí. Vale que no tiene la calidad gráfica del de SNES, y que a nivel de sonido es bastante flojo (eso sí, la banda sonora de la versión SNES se me hace inaguantable, con su característico "sonido organillo de los gitanos"), pero al menos salió cuando tuvo que salir, no tan recortado como el primer "The World warrior" para la 16 bit de Nintendo, o el desastroso port de PC hecho por U.S. Gold. Sólo uno de los amigos tenía la Super, y una tarde en la que fuimos a su casa se le ocurrió alquilar el primero en vez de el "Turbo", y cuando vimos que no se podía a escoger a los jefes finales le echamos de todo.

Poca broma con M. Bison.
Eso sí, lo de los 3 botones en el mando es una verdadera faena. Una vez consigues uno de 6, no quieres volver a probar el original ni de broma. El mando de 6 botones de Mega Drive es uno de los mejores pads tradicionales jamás diseñados, sólo por detrás del segundo modelo para Saturn.


Hoy en día sigo jugando mucho, pero al tener disponible mediante emulación las versiones arcade pues hombre, como que paso un poco de la de Mega Drive. Sin embargo, mi aplauso a Capcom por esta buena versión que tantas horas de diversión y pique nos brindó.

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