063 - Street Fighter II': Special Champion Edition (1993) - Mega Drive
Desarrollador: Capcom Publicado por: Capcom Salió también para: Arcade, Super NES, Master System, Amiga, Atari ST, Commodore 64, ZX Spectrum, PC, Game Boy, PlayStation, Sega Saturn, PlayStation Portable, Apple iOS, PlayStation 2, Xbox, Java ME, Virtual Console
¡Ay, Street Fighter II! ¿Qué es lo que tienes de especial, que aunque
pasen los años sigues siendo el rey de los juego de lucha? Los hay con
mejores gráficos, con más personajes, más llaves, más equilibrados
pero... nadie se te acerca. King of Fighters, Tekken, Soul Calibur,
Virtua Fighter... nadie tiene tu carisma. Pasan los años, las modas, las
consolas, las recreativas... nadie te supera, ni siquiera tus secuelas.
Selección de luchador.
Para
los puristas del género, hay muchos títulos mejores: KOF con sus
enormes planteles, Virtua Fighter con su excelente control, Tekken y su
inmediata diversión. Pero para los que no somos expertos en el tema la
lucha 1 vs. 1 tiene nombre propio: Street Fighter II. SF2 era la máquina
alrededor de la cual siempre había un corrillo de chavales, deseosos de
fundir sus monedas de cinco duros enfrentándose a los mejores jugadores
del barrio. Era la máquina que todos queríamos tener en nuestras casas.
Esos enormes sprites sacudiéndose de lo lindo, con sus llaves, magias,
combos, escenarios por todo el mundo, las fases de bonus... era de lo
más divertido que habíamos visto, y la diversión se multiplicaba jugando
contra otra persona. No era el primer juego de su estilo, pero sí el
que sentó las bases de lo que sería el genero en los años venideros. La
influencia que tuvo en nuestra generación es innegable, y no hay jugador
que se precie que no haya lanzado unos cuantos Hadokens.
La pelea por antonomasia.
Como
muchos de vosotros, la primera vez que ví el juego fue en un bar del
barrio. Ni yo ni mis amigos jugábamos, más porque la máquina estaba
siempre ocupada por algunos de los personajes más deleznables del barrio
que por falta de pasta (que también, para que nos vamos a engañar). Era
un espectáculo verlos jugar, entre insultos y botellines de cerveza. El
dueño del bar nos sacaba a patadas a todos los críos, porque no
teníamos dinero y creo que también para evitar que nos dañaran con los
cascos rotos. Pasamos unas cuantas tardes entretenidos, hasta que cierta
tarde uno de aquellos personajes se cabreó por haber perdido una pelea,
y le dio tal hostia a la recreativa que se apagó de golpe. Su rival, al
ver que se quedaba sin partida, se enfadó todavía más, y emulando a
Honda, le pegó otra hostia mayor. Los del bar ya pasaban de movidas y
decidieron quitar la máquina. Y nos olvidamos del Street Fighter II por
un tiempo.
Al pelear contra Zangief este era normalmente el resultado.
Pasaron unos cuantos meses, y la víspera de la nochebuena en la que me regalaron el Sonic 2, un amigo
con Mega Drive nos invitó a echar unas partidillas en su casa. Al
contrario que yo, que me aguantaba las ganas de probar mi nuevo
cartucho, ni corto ni perezoso se sacó de la manga el reluciente SF2:
Special Champion Edition que le iban a regalar al día siguiente. Creo
que para entonces ya habían sacado el Super Street Fighter 2: The New
Challengers para consolas, pero nos volvimos literalmente locos
igualmente cuando lo vimos y nos tiramos toda la tarde jugando como
poseídos.
En el afamado "Mesón de la Taberna".
Le dimos mucha caña a aquel cartucho durante años,
hasta el punto en que ya bastante talluditos, cuando nos íbamos a la
casa que ese mismo amigo tenía en un pueblo de la costa a celebrar que
habíamos terminado el curso entre cerveza y porros, yo me encargaba
siempre de llevar la Mega Drive y mi colega el cartucho, y así se nos
iban los días (y más de una noche), matándonos a puñetazos.
Es terrible darse bofetadas con tu propia sombra.
Hoy
en día, si nos juntamos para echar unas partidas (muy pocas veces,
lamentablemente), siempre alguien pide poner el SF2. Para la gente no
muy aficionada a los videojuegos, es EL JUEGO DE LUCHA. No hay otro.
Esta fase de bonus ha insipirado a cientos de jóvenes borrachos.
Siempre
ha habido bastante controversia sobre si el port de Mega Drive es
bueno. Yo creo que sí. Vale que no tiene la calidad gráfica del de SNES,
y que a nivel de sonido es bastante flojo (eso sí, la banda sonora de
la versión SNES se me hace inaguantable, con su característico "sonido
organillo de los gitanos"), pero al menos salió cuando tuvo que salir,
no tan recortado como el primer "The World warrior" para la 16 bit de
Nintendo, o el desastroso port de PC hecho por U.S. Gold. Sólo uno de
los amigos tenía la Super, y una tarde en la que fuimos a su casa se le
ocurrió alquilar el primero en vez de el "Turbo", y cuando vimos que no
se podía a escoger a los jefes finales le echamos de todo.
Poca broma con M. Bison.
Eso
sí, lo de los 3 botones en el mando es una verdadera faena. Una vez
consigues uno de 6, no quieres volver a probar el original ni de broma.
El mando de 6 botones de Mega Drive es uno de los mejores pads
tradicionales jamás diseñados, sólo por detrás del segundo modelo para
Saturn.
Hoy en día sigo jugando mucho, pero al tener disponible
mediante emulación las versiones arcade pues hombre, como que paso un
poco de la de Mega Drive. Sin embargo, mi aplauso a Capcom por esta buena
versión que tantas horas de diversión y pique nos brindó.
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