lunes, 2 de julio de 2012

065 - Pirates! Gold (1993) - Mega Drive

Desarrollador: MicroProse
Publicado por: MicroProse
Salió también para: Amiga CD32, PC, Macintosh


Toca hablar de un juego no demasiado conocido por estas tierras, al menos para los jugadores de consolas, ya que sólamente se lanzó para Mega Drive y NES en USA. Es algo más conocido por los jugadores de PC, que tuvieron la oportunidad de disfrutar de uno de los primeros juegos de Sid Meyer, el creador de Civilization. Pirates! Gold es la segunda versión de un juego de "mundo abierto", en el que como capitanes de una flota debemos de recorrer las aguas y islas de Caribe para hacernos con un nombre y una fortuna.

Navegando.
Este juego nos brinda la posibilidad de hacer lo que queramos. Podemos crear una flotilla comercial que transporte bienes de puertos en los que determinada mercancía esté barata a otros en los que no lo es tanto. O ser un fiel representante de nuestro Rey, destruyendo ciudades o barcos de otras naciones con las que estemos en guerra. O ser un pirata de los pies a la cabeza y atacar indiscriminadamente a todo barco que se nos ponga a tiro, sin importar su nación o bandera. O ser todo lo contrario, un cazapiratas que entrega los criminales a la justicia.

De visita en una ciudad.
Todo esto teniendo en cuenta que los condicionantes pueden fluctuar: la economía de una ciudad antes boyante se puede ir a pique, y lo que antes eran naciones enemigas pueden ser aliadas en un futuro. Podemos también pasar de todo, e ir cumpliendo alguna de las misiones secundarias del juego, como pueden ser reunir los miembros presos de nuestra familia, buscar una esposa, o cavar para localizar tesoros enterrados.

Mapa del Caribe.
La mayoría del tiempo la pasaremos navegando, con encuentros esporádicos con otros barcos que podemos asaltar o capturar. Cuando visitemos pueblos o ciudades, podremos comerciar, vender y comprar barcos y cañones, visitar el bar en busca de nuevos miembros para la tripulacion (que puede diezmarse por batallas, hundimientos y deserciones), información reciente sobre el estado de las ciudades, mapas del tesoro... o charlar con el Gobernador, que nos encomendará misiones, nos pedirá dinero para compensar nuestros crímenes o nos presentará a sus hijas casaderas. Si la hija es muy fea o no nos gusta el pueblo, podemos atacar la ciudad y saquearla, y ponerle la bandera que más nos apetezca.

Duelo a espada.
Es esta libertad lo que hace muy atractivo el juego, y por lo que me llamó la atención. Podemos hacer todo lo que queramos hasta que que decidamos retirarnos, y en función de nuestro éxito, tendremos una jubilación mejor o peor. En lo demás, es un juego bastante discreto, tanto en su apartado gráfico como en el sonoro. La navegación puede hacerse bastante tediosa, sobre todo en distancias largas y tenemos el viento en contra.

Hay tiempo para el romance.
El juego no se lanzó en Europa, y sólo lo he jugado a través de emuladores. Es perfecto para matar ratos muertos en el autobús, sigo jugando a él bastante con el emulador del móvil. Si queréis probar un precursor de los "sandbox" actuales, dadle una oportunidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario